INTRODUCCIÓN
A continuación se presentara el
desarrollo del tema donde se explicará su significado, sus tipos y otros puntos
que definen el texto.
Los valores son un
conjunto de propiedades que se le pueden otorgar a cualquier objeto o sujeto de
manera que se le clasifica y caracteriza. La gran diversidad de adjetivos
aplicables al sujeto crea la necesidad de construir una clasificación para los
valores y sus usos.
VALORES
Los valores son aquellas características morales en los seres humanos,
tales como la
humildad, la piedad y el respeto, como todo lo referente al género humano, el concepto de valores se trato,
principalmente en la antigua Grecia, como algo
general y sin divisiones, pero la especialización de los estudios en general han creado diferentes tipos de valores, y
han relacionado estos con diferentes disciplinas y ciencias. Se denomina tener
valores al respetar a los demás;
asimismo los valores son un conjunto de pautas que la sociedad establece
para las personas en las relaciones sociales. Su estudio corresponde a la, una
rama de la Filosofía, y de una forma aplicada pueden ocuparse otras ciencias
como la Sociología, la Economía y la Política, realizándolo de maneras muy
diferenciadas.
Podemos hablar de valores universales, porque desde que el ser humano vive
en comunidad ha necesitado establecer principios que orienten su comportamiento
en su relación con los demás.
En este sentido, se consideran valores universales, la honestidad, la
responsabilidad, la verdad, la solidaridad, la cooperación, la tolerancia, el
respeto y la paz, entre otros.
Sin embargo, puede resultar útil para facilitar su comprensión, clasificar
los valores de acuerdo con los siguientes criterios:
• Valores personales:
Son aquellos que consideramos principios indispensables sobre los cuales
construimos nuestra vida y nos guían para relacionarnos con otras personas. Por
lo general son una mezcla de valores familiares y valores socio-culturales,
juntos a los que agregamos como individuos según nuestras vivencias.
• Valores familiares:
Se refieren a lo que en familia se valora y establece como bien o mal. Se
derivan de las creencias fundamentales de los padres, con las cuales educan a
sus hijos. Son principios y orientaciones básicas de nuestro comportamiento
inicial en sociedad. Se transmiten a través de todos los comportamientos con
los que actuamos en familia, desde los más sencillos hasta los más “solemnes”.
• Valores
socio-culturales:
Son los que imperan en la sociedad en la que vivimos. Han cambiado a lo
largo de la historia y pueden coincidir o no con los valores familiares o los
personales. Se trata de una mezcla compleja de distintos tipos de valoraciones,
que en muchos casos parecen contrapuestas o plantean dilemas.
Por ejemplo, si socialmente no se fomenta el valor del trabajo como medio
de realización personal, indirectamente la sociedad termina fomentando
“anti-valores” como la deshonestidad, la irresponsabilidad o el delito.
Otro ejemplo de los dilemas que pueden plantear los valores
socio-culturales ocurre cuando se promueve que “el fin justifica los medios”.
Con este pretexto, los terroristas y los gobernantes arbitrarios justifican la
violencia, la intolerancia y la mentira, alegando que su objetivo final es la
paz.
• Valores materiales:
Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen que ver con nuestras
necesidades básicas como seres humanos, como alimentarnos o vestirnos para
protegernos de la intemperie. Son importantes en la medida que son necesarios.
Son parte del complejo tejido que se forma de la relación entre valores
personales, familiares y socio-culturales. Cuando se exageran, los valores
materiales entran en contradicción con los espirituales.
• Valores espirituales:
Se refieren a la importancia que le damos a los aspectos no-materiales de
nuestras vidas. Son parte de nuestras necesidades humanas y nos permiten
sentirnos realizados. Le agregan sentido y fundamento a nuestras vidas, como
ocurre con las creencias religiosas.
• Valores morales:
Son las actitudes y conductas que una determinada sociedad considera
indispensables para la convivencia, el orden y el bien general.
• Valores éticos:
Se pueden clasificar en dos grupos a los valores éticos: Personales y
Públicos.
Valores
Éticos Personales se denominan a los valores de cada individuo:
- Autenticidad
- Creatividad
- Felicidad
- Placer
- Amistad
- Ternura
- Profesionalidad
Valores
Éticos Públicos son los valores establecidos en la sociedad para la sana
convivencia entre las personas:
- Solidaridad
- Igualdad
- Tolerancia
- Paz
- Dialogo
- Libertad
Estos son solo algunos valores éticos fundamentales que deben de estar
presentes en cada individuo, en entregas futuras describiremos cada uno de
estos valores.
CARACTERISTICAS
La dependencia:
Los valores
necesitan plasmarse en bienes para concretizarse, ya que no existen por sí mismos.
Por eso se dice que son dependientes, es decir, necesitan un depositario u
objeto en que apoyarse. Sin los objetos, los valores son meras posibilidades.
Los valores son las cualidades o propiedades de los depositarios, llamados bienes. Por ejemplo, la belleza de una escultura, la elegancia de un vestido, la utilidad de un vehículo, etc.
Los valores son las cualidades o propiedades de los depositarios, llamados bienes. Por ejemplo, la belleza de una escultura, la elegancia de un vestido, la utilidad de un vehículo, etc.
La polaridad se da siempre en toda valoración, no hay obra de arte que sea
neutra, ni espectador indiferente ante ella.
La polaridad consiste en que los valores se presentan desdoblados en un
valor positivo y el correspondiente valor negativo. La polaridad encierra los
dos valores límites: bueno – malo (moral), verdadero – falso (ciencia.), bello
– feo (arte). Al primer término de toda valoración se le llama valor positivo;
al segundo, valor negativo, desvalores, antivalores o contravalores.
La cualidad:
Los valores son totalmente independientes de la cantidad y por eso no
pueden establecerse relaciones cuantitativas entre las cosas valiosas. Por
ejemplo, el amor es un valor que no se puede cuantificar; una cualidad que no
se puede determinar numéricamente. ¿Cuánto ama una madre a su hijo?, o ¿cuánto
quiere la esposa al marido?
La jerarquía:
La jerarquía:
Valorar no es sólo optar entre un valor y el correspondiente desvalor; no
consiste en la opción tajante entre extremos excluyentes; no es sólo establecer
la diferencia entre bien y mal. Valorar es también definir prioridades
jerarquías, gradaciones. Es lo que llamamos jerarquía de los valores. Esto
significa que los valores se presentan de acuerdo con una gradación: hay
valores inferiores y valores superiores.
Los valores superiores pueden pasar a ser inferiores por razones
circunstanciales. Por ejemplo, para un árabe extraviado en el desierto una
fruta de coco puede ser más valiosa que una bolsa de perlas, porque en ese
momento no le sirven para nada. Así, el valor circunstancial de los objetos
reales depende de la estimación que se tenga de ellos.
Distinción entre valores y bienes:
Los bienes son objetos en los que se depositan cualidades valiosas. Por ejemplo,
una estatua, un gesto, una sentencia, un cuadro, un acto moral, un libro, etc.
Los valores y bienes se encuentran ligados, pero a pesar de estar muy
relacionados, existe una diferencia entre ellos: los bienes, objetos reales,
cambian de una época a otra y de un lugar a otro; mientras que los valores,
entes inmutables, son de siempre y para siempre.
Por ejemplo, Las Meninas, de Picasso son muy diferentes desde el punto de
vista de su concepción estética y de su estilo de Las Meninas, de Velázquez,
porque son bienes relativos e históricos; pero no sucede lo mismo con el valor
belleza, que sería una entidad ideal, existente al margen de los productos
históricos.
La crisis de valores:
Lo importante, además de conocer o intuir lo valioso, es ponerlo en
práctica. Cuando los valores elevados no se realizan o se postergan, cuando no
existe una conciencia de la dignidad humana, surge lo que se llama una crisis
de valores.
El consumismo es uno de los fenómenos típicos de nuestro tiempo. Hay una
pasión por el dinero, un afán por consumir donde se le da preferencia al tener
sobre el ser.
En palabras del filósofo Adolfo Sánchez: “Hoy nuestra civilización se rige
por los valores materiales y parece no interesarle los valores humanos. La
inteligencia llegó a crear una admirable técnica sin precedente en la historia,
y ha sido tan desproporcionado el crecimiento y tan maravillosos los resultados
que bien pronto su creador los elevó, de medios que eran, a la categoría de
fines. Todas las actividades de la vida y la cultura han sufrido a causa de
este equívoco”.
Adquirimos las cosas con el puro afán de poseerlas, las adquirimos para
tenerla. Al consumir las cosas, perdemos contacto con la realidad. Por ejemplo,
con una botella de cerveza bebemos la imagen de la bella y sensual rubia del
anuncio. De esta manera, consumir es esencialmente satisfacer fantasías
artificialmente estimuladas, una creación de la fantasía ajena a nuestro ser
real y concreto.
Pero la crisis de los valores plantea promover cambios, alternativas para
un mejor desarrollo moral, verdaderamente humano. Al reflexionar sobre los
problemas de la crisis de valores, cobramos conciencia y tenemos el deber de
pugnar por un mundo mejor.
IMPORTANCIA
Nuestras prioridades dependen en todo momento de
nuestra escala de valores, a partir de dichos criterios cada persona puede
organizar su propia jerarquía de valores. El máximo inconveniente consiste en
la facilidad de ese orden. Ya que una cosa es lo que un sujeto dice acerca de
su jerarquía de valores y otra cosa es lo que de hecho realiza a lo largo de su
vida. Claro alguno son más importantes que otros porque son más trascendentes,
porque nos elevan más como personas y corresponden a nuestras facultades superiores.
Entre la escala de valores que poseemos como seres
humanos los más destacados dentro de la jerarquización son los valores del ser
como los valores morales, éticos, afectivos o religiosos, ya que estos tienen
que ver con el uso de nuestra libertad, ese don inapreciable y sublime que nos
permite ser constructores de nuestro propio destino y que determinan nuestro
valor como persona. Estos son: Amor, Amabilidad, Diálogo, Generosidad,
Prudencia, Fraternidad, Tolerancia, Respeto, Consideración, Gratitud,
Compañerismo, Solidaridad, Sagacidad, Lucha, Entusiasmo, Optimismo, Amistad,
Comprensión, Flexibilidad, Fortaleza, Humildad, Justicia, Lealtad, Obediencia,
Patriotismo, Perseverancia, Prudencia, Pudor, Responsabilidad, Sencillez,
Sinceridad, Alegría, Humildad, Moderación, Obediencia, Sinceridad, Esperanza,
Sacrificio, Discreción,...etc.
CONCLUSIÓN
Para concluir se podría decir que
los valores son los que por una parte nos definen como persona, nos
caracterizan las actitudes que mostramos día a día. Es el comportamiento lo que hace a uno notar
los valores que poseen los demás.
Cada persona es única
y especial y por tal motivo le confiere valor y significado a la realidad, pero
esta perspectiva de realidad crece de acuerdo con nuestra historia de vida, así
mismo tiene que ver con factores psicológicos, sociales y económicos; y de
acuerdo a estos factores vamos creando, encontrando y a veces distorsionando el
significado a la vida, por lo que cada persona valorara de manera diferente. De
estas valoraciones que tenemos acerca de la realidad nace el valor hacia las
personas, hacia las cosas, hacia los animales, hacia la vida y hacia nosotros
mismos.
“Si tratas a los demás como te gustaría ser tratado, pocos valores
serían necesarios”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario