jueves, 25 de abril de 2013

Los Valores

INTRODUCCIÓN

        

         A continuación se presentara el desarrollo del tema donde se explicará su significado, sus tipos y otros puntos que definen el texto.

         Los valores son un conjunto de propiedades que se le pueden otorgar a cualquier objeto o sujeto de manera que se le clasifica y caracteriza. La gran diversidad de adjetivos aplicables al sujeto crea la necesidad de construir una clasificación para los valores y sus usos.

           
VALORES

 

Los valores son aquellas características morales en los seres humanos, tales como la humildad, la piedad y el respeto, como todo lo referente al género humano, el concepto de valores se trato, principalmente en la antigua Grecia, como algo general y sin divisiones, pero la especialización de los estudios en general han creado diferentes tipos de valores, y han relacionado estos con diferentes disciplinas y ciencias. Se denomina tener valores al respetar a los demás; asimismo los valores son un conjunto de pautas que la sociedad establece para las personas en las relaciones sociales. Su estudio corresponde a la, una rama de la Filosofía, y de una forma aplicada pueden ocuparse otras ciencias como la Sociología, la Economía y la Política, realizándolo de maneras muy diferenciadas.

 

TIPOS DE VALORES

Podemos hablar de valores universales, porque desde que el ser humano vive en comunidad ha necesitado establecer principios que orienten su comportamiento en su relación con los demás.

En este sentido, se consideran valores universales, la honestidad, la responsabilidad, la verdad, la solidaridad, la cooperación, la tolerancia, el respeto y la paz, entre otros.

Sin embargo, puede resultar útil para facilitar su comprensión, clasificar los valores de acuerdo con los siguientes criterios:

Valores personales:

Son aquellos que consideramos principios indispensables sobre los cuales construimos nuestra vida y nos guían para relacionarnos con otras personas. Por lo general son una mezcla de valores familiares y valores socio-culturales, juntos a los que agregamos como individuos según nuestras vivencias.

Valores familiares:

Se refieren a lo que en familia se valora y establece como bien o mal. Se derivan de las creencias fundamentales de los padres, con las cuales educan a sus hijos. Son principios y orientaciones básicas de nuestro comportamiento inicial en sociedad. Se transmiten a través de todos los comportamientos con los que actuamos en familia, desde los más sencillos hasta los más “solemnes”.

• Valores socio-culturales:

Son los que imperan en la sociedad en la que vivimos. Han cambiado a lo largo de la historia y pueden coincidir o no con los valores familiares o los personales. Se trata de una mezcla compleja de distintos tipos de valoraciones, que en muchos casos parecen contrapuestas o plantean dilemas.

Por ejemplo, si socialmente no se fomenta el valor del trabajo como medio de realización personal, indirectamente la sociedad termina fomentando “anti-valores” como la deshonestidad, la irresponsabilidad o el delito.

Otro ejemplo de los dilemas que pueden plantear los valores socio-culturales ocurre cuando se promueve que “el fin justifica los medios”. Con este pretexto, los terroristas y los gobernantes arbitrarios justifican la violencia, la intolerancia y la mentira, alegando que su objetivo final es la paz.

Valores materiales:

Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen que ver con nuestras necesidades básicas como seres humanos, como alimentarnos o vestirnos para protegernos de la intemperie. Son importantes en la medida que son necesarios. Son parte del complejo tejido que se forma de la relación entre valores personales, familiares y socio-culturales. Cuando se exageran, los valores materiales entran en contradicción con los espirituales.

Valores espirituales:

Se refieren a la importancia que le damos a los aspectos no-materiales de nuestras vidas. Son parte de nuestras necesidades humanas y nos permiten sentirnos realizados. Le agregan sentido y fundamento a nuestras vidas, como ocurre con las creencias religiosas.

Valores morales:

Son las actitudes y conductas que una determinada sociedad considera indispensables para la convivencia, el orden y el bien general.

  Valores éticos:

Los valores éticos son un conjunto de normas establecidas en nuestra mente, este conjunto de valores son la guía que nos ayuda a actuar de manera responsable frente a diversas situaciones.

 

Se pueden clasificar en dos grupos a los valores éticos: Personales y Públicos.

Valores Éticos Personales se denominan a los valores de cada individuo:

  • Autenticidad
  • Creatividad
  • Felicidad
  • Placer
  • Amistad
  • Ternura
  • Profesionalidad

Valores Éticos Públicos son los valores establecidos en la sociedad para la sana convivencia entre las personas:

  • Solidaridad
  • Igualdad
  • Tolerancia
  • Paz
  • Dialogo
  • Libertad

Estos son solo algunos valores éticos fundamentales que deben de estar presentes en cada individuo, en entregas futuras describiremos cada uno de estos valores.

CARACTERISTICAS

La dependencia:

Los valores necesitan plasmarse en bienes para concretizarse, ya que no existen por sí mismos. Por eso se dice que son dependientes, es decir, necesitan un depositario u objeto en que apoyarse. Sin los objetos, los valores son meras posibilidades.

           Los valores son las cualidades o propiedades de los depositarios, llamados bienes. Por ejemplo, la belleza de una escultura, la elegancia de un vestido, la utilidad de un vehículo, etc.

La polaridad:

La polaridad se da siempre en toda valoración, no hay obra de arte que sea neutra, ni espectador indiferente ante ella.

La polaridad consiste en que los valores se presentan desdoblados en un valor positivo y el correspondiente valor negativo. La polaridad encierra los dos valores límites: bueno – malo (moral), verdadero – falso (ciencia.), bello – feo (arte). Al primer término de toda valoración se le llama valor positivo; al segundo, valor negativo, desvalores, antivalores o contravalores.


            La cualidad:

Los valores son totalmente independientes de la cantidad y por eso no pueden establecerse relaciones cuantitativas entre las cosas valiosas. Por ejemplo, el amor es un valor que no se puede cuantificar; una cualidad que no se puede determinar numéricamente. ¿Cuánto ama una madre a su hijo?, o ¿cuánto quiere la esposa al marido?

            La jerarquía:

Valorar no es sólo optar entre un valor y el correspondiente desvalor; no consiste en la opción tajante entre extremos excluyentes; no es sólo establecer la diferencia entre bien y mal. Valorar es también definir prioridades jerarquías, gradaciones. Es lo que llamamos jerarquía de los valores. Esto significa que los valores se presentan de acuerdo con una gradación: hay valores inferiores y valores superiores.


Los valores superiores pueden pasar a ser inferiores por razones circunstanciales. Por ejemplo, para un árabe extraviado en el desierto una fruta de coco puede ser más valiosa que una bolsa de perlas, porque en ese momento no le sirven para nada. Así, el valor circunstancial de los objetos reales depende de la estimación que se tenga de ellos.


Distinción entre valores y bienes:

Los bienes son objetos en los que se depositan cualidades valiosas. Por ejemplo, una estatua, un gesto, una sentencia, un cuadro, un acto moral, un libro, etc. Los valores y bienes se encuentran ligados, pero a pesar de estar muy relacionados, existe una diferencia entre ellos: los bienes, objetos reales, cambian de una época a otra y de un lugar a otro; mientras que los valores, entes inmutables, son de siempre y para siempre.


Por ejemplo, Las Meninas, de Picasso son muy diferentes desde el punto de vista de su concepción estética y de su estilo de Las Meninas, de Velázquez, porque son bienes relativos e históricos; pero no sucede lo mismo con el valor belleza, que sería una entidad ideal, existente al margen de los productos históricos.

La crisis de valores:

Lo importante, además de conocer o intuir lo valioso, es ponerlo en práctica. Cuando los valores elevados no se realizan o se postergan, cuando no existe una conciencia de la dignidad humana, surge lo que se llama una crisis de valores.


La crisis de valores es algo que se da en la sociedad de nuestro tiempo. Vivimos una época de grandes convulsiones morales que alcanzan todos los órdenes de la existencia humana y que en el campo del espíritu ha determinado una confusión de ideas y valores.

El consumismo es uno de los fenómenos típicos de nuestro tiempo. Hay una pasión por el dinero, un afán por consumir donde se le da preferencia al tener sobre el ser.

En palabras del filósofo Adolfo Sánchez: “Hoy nuestra civilización se rige por los valores materiales y parece no interesarle los valores humanos. La inteligencia llegó a crear una admirable técnica sin precedente en la historia, y ha sido tan desproporcionado el crecimiento y tan maravillosos los resultados que bien pronto su creador los elevó, de medios que eran, a la categoría de fines. Todas las actividades de la vida y la cultura han sufrido a causa de este equívoco”.

Adquirimos las cosas con el puro afán de poseerlas, las adquirimos para tenerla. Al consumir las cosas, perdemos contacto con la realidad. Por ejemplo, con una botella de cerveza bebemos la imagen de la bella y sensual rubia del anuncio. De esta manera, consumir es esencialmente satisfacer fantasías artificialmente estimuladas, una creación de la fantasía ajena a nuestro ser real y concreto.


Pero la crisis de los valores plantea promover cambios, alternativas para un mejor desarrollo moral, verdaderamente humano. Al reflexionar sobre los problemas de la crisis de valores, cobramos conciencia y tenemos el deber de pugnar por un mundo mejor.

 

 

IMPORTANCIA

            Los valores humanos son importantes en nuestra vida porque nos ayuda a formar como seres razonables y que en cierto sentido nos humanizan, porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra naturaleza humana. En la vida lo más importante es tener bien identificada una buena escala de valores, ya que esta nos ayuda a tomar las decisiones adecuadas para nosotros y resolver los conflictos que se nos presentan en el día a día. La carencia de una Escala de Valores bien definida nos deja en manos de la duda, la indecisión y la acción de los demás.


Nuestras prioridades dependen en todo momento de nuestra escala de valores, a partir de dichos criterios cada persona puede organizar su propia jerarquía de valores. El máximo inconveniente consiste en la facilidad de ese orden. Ya que una cosa es lo que un sujeto dice acerca de su jerarquía de valores y otra cosa es lo que de hecho realiza a lo largo de su vida. Claro alguno son más importantes que otros porque son más trascendentes, porque nos elevan más como personas y corresponden a nuestras facultades superiores.

Entre la escala de valores que poseemos como seres humanos los más destacados dentro de la jerarquización son los valores del ser como los valores morales, éticos, afectivos o religiosos, ya que estos tienen que ver con el uso de nuestra libertad, ese don inapreciable y sublime que nos permite ser constructores de nuestro propio destino y que determinan nuestro valor como persona. Estos son: Amor, Amabilidad, Diálogo, Generosidad, Prudencia, Fraternidad, Tolerancia, Respeto, Consideración, Gratitud, Compañerismo, Solidaridad, Sagacidad, Lucha, Entusiasmo, Optimismo, Amistad, Comprensión, Flexibilidad, Fortaleza, Humildad, Justicia, Lealtad, Obediencia, Patriotismo, Perseverancia, Prudencia, Pudor, Responsabilidad, Sencillez, Sinceridad, Alegría, Humildad, Moderación, Obediencia, Sinceridad, Esperanza, Sacrificio, Discreción,...etc.

 

 

 

CONCLUSIÓN

            Para concluir se podría decir que los valores son los que por una parte nos definen como persona, nos caracterizan las actitudes que mostramos día a día. Es el comportamiento lo que hace a uno notar los valores que poseen los demás.

            Cada persona es única y especial y por tal motivo le confiere valor y significado a la realidad, pero esta perspectiva de realidad crece de acuerdo con nuestra historia de vida, así mismo tiene que ver con factores psicológicos, sociales y económicos; y de acuerdo a estos factores vamos creando, encontrando y a veces distorsionando el significado a la vida, por lo que cada persona valorara de manera diferente. De estas valoraciones que tenemos acerca de la realidad nace el valor hacia las personas, hacia las cosas, hacia los animales, hacia la vida y hacia nosotros mismos.

Si tratas a los demás como te gustaría ser tratado, pocos valores serían necesarios”.

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